viernes, 10 de junio de 2011

Marnie (1964)

            La última película del curso es Marnie, la ladrona. Un thriller psicológico de 1964 interpretado por dos de las grandes estrellas de la época: su musa Tippi Hedren y Sean Connery.
            En el semestre vimos la primeras películas de un Hitchcock obsesionado con las historias de espionaje, con el crimen perfecto y su falso culpable. Se dedicó a tratar estos temas en una forma casi de broma y manipulando a los espectadores para que pensáramos lo que él quería y muchas veces mostrarnos la verdad al final de la película, como en “La Sospecha” convenciéndonos de que ese esposo malvada quería asesinar a su esposa para quedarse con su dinero.
            Pero a lo largo de su carrera abarcó películas en varios géneros y al final se interesó más por el interior de sus personajes, por estudiarlos y hacernos preguntarnos por qué actúan de la forma en que lo hacen. En el caso de Marnie también hay un crimen, no es un asesinato si no varios robos.  
            El personaje de Marnie es muy interesante. Es una ladrona pero se dedica a robar grandes sumas de dinero y por lo que vemos ya tiene mucha experiencia. Además, después descubrimos que tiene una relación complicada con su madre. Aunque parece ser una “buena” hija, nada de lo que hace es suficiente para complacer las exigencias de su madre que prefiere mantener una distancia con ella. Su madre cuida a una niña con la que hace todo lo que tuvo que sacrificar con Marnie. Esa distancia con su madre junto con la falta de una figura paterna hacen de Marnie un personaje complejo. A esto se le suma su falta de interés y confianza en los hombres que finalmente descubrimos que se debe a un incidente de su niñez que explica además algunos miedos que tenía (tormentas y al color rojo). Su madre le esconde un secreto por muchos años para protegerla pero sin darse cuenta le ocasiona un daño mayor. Marnie está tan acostumbrada a mentir que es difícil saber cuando habla en serio. El miedo a que los hombres la toquen no se hace evidente hasta cuando se va a casar. Al principio no le teme a Mark, ni en la oficina ni en el establo, después no soporta que se le acerque. Por otro lado, el personaje de Mark tampoco es muy común. Hitchcock se refería a este personaje como un cazador que busca atrapar a su presa: Marnie. Es un hombre adinerado y respetado por su familia y empleados. Sabemos que no hace mucho quedó viudo. Conoce por primera vez a Marnie antes de que haga el primer robo de la película y aún cuando sospecha de lo que hizo, la contrata. Se obsesiona con averiguar lo que le sucedió. Comienza investigando sobre la conducta animal, sobre el lado animal, primitivo de las hembras depredadoras. Incluso lo  comenta con ella. Al no obtener resultados contrata a un investigador privado para que le diga todo lo que Marnie le oculta. Mark intenta dominarla. Esto se hace muy evidente cuando básicamente la obliga a casarse con ella y también en la escena de la luna de miel en la que le quita la bata aún cuando le prometió que no le iba a poner una mano encima sin que ella estuviera de acuerdo. Él se arrepiente y la tapa con su saco.
            El miedo de Marnie por el color rojo podría relacionarse con el propio disgusto de Hitchcock por los colores. Conrad en su libro dedica un capítulo a hablarnos de este hombre que solo usaba trajes negros y camisa blanca y como decía: “los colores revelaban la crudeza y la vivacidad del interior del cuerpo” (pág 158), para Hitchcock el color representada la suciedad.
            Como en el resto de películas de Hitchcock que vimos en el semestre, los héroes de Marnie son “imbéciles morales”,  dispuestos a cualquier cosa con tal de lograr su objetivo.
            De los temas recurrentes de las películas de Hitchcock podríamos mencionar el imaginario del peligro de la noche. La pequeña Marnie tiene pesadillas en la noche y recuerda los tres golpes en la noche de la tormenta. Además, el incidente en la luna de miel también se da de noche.
            Un personaje de gran importancia en la película es el de la madre de Marnie. Es una mujer que actúa de una forma extraña con su hija. No entendemos por qué es más atenta con una la vecina que con Marnie. Parece que solo se interesa por el dinero que le da y no mejor no pregunta cómo lo consigue. De la madre solo sabemos que es extremadamente religiosa y conservadora. Le enseñó a su hija a ser muy correcta siempre. Al final de la película conocemos su pasado. Como todos los personajes de Hitchcock todos cargamos con algún secreto, con una culpa que nos hace vulnerables. Ella confiesa que quedó embarazada de Marnie porque quería un abrigo, a ese punto llegaba su interés por lo material. Después, tuvo que dedicarse a la prostitución para mantener a su pequeña familia. Pero nunca le dice la verdad a Marnie que tiene idealizada la figura de una madre que es casi una santa.


Bibliografía consultada:
The Internet Movie Database: Marnie, la ladrona  (1958), recuperado el 10 de junio de 2011 desde: http://www.imdb.com/title/tt0058329/
Guerin, Marie Anne. (2004). El Relato Cinematográfico. Barcelona: Paidós
Chabrol C. y Rohmer E. (2010). Hitchcock. Buenos Aires: Ediciones Manantial.
Conrad, Peter. (2003). Los asesinatos de Hitchcock. México: Turner/Fondo de Cultura Económica.

sábado, 4 de junio de 2011

The Birds (1963)






            La película de esta semana es “The Birds” del año 1963. La película nos cuenta la historia de una mujer que busca el afecto de un hombre al que acaba de conocer, lo va a buscar a un pequeño pueblo pesquero llamado Bodega Bay y al momento de su llegada los pájaros del lugar parecen enloquecer y atacan al pueblo constantemente. Como en las películas anteriores Vértigo y Psicosis está película está ubicada en San Francisco.
            La forma en la que Hitchcock nos cuenta la historia hace parecer que Melanie es la culpable de todos los problemas. Con su llegada comienzan los ataques. En le película nos enteramos de que ella fue abandonada por su madre y por eso no le da un gran respeto a la figura materna. Por otro lado, Mitch perdió a su padre hace unos años y desde entonces su madre lo ha tomado como la figura masculina de su vida. Ella estuvo acostumbrada a servirle a su esposo siempre y ahora ella misma dice que no sabe qué hacer con tanto tiempo libre y sin nadie a quien atender.
            Los ataques que ocurren en Bodega Bay nos recuerdan las ideas de Hitchcock de que nadie está a salvo en ningún lugar ni siquiera en el hogar. Por ejemplo, cuando la madre llega a visitar la casa del granjero al que los pájaros le quitan los ojos y están todas las tazas de porcelana quebradas. Después, ella en su casa junta los pedazos quebrados de sus propias tazas cuando Mitch utiliza la mesa para tapar la chimenea. Son esas fuerzas y poderes externos que parecen estar controlando nuestras vidas y representan un peligro constante en nuestras vidas que no nos permiten estar a salvo nunca. Recordemos que aunque ya habían pasado algunos años de la II Guerra Mundial, Estados Unidos se mantenía en un estado de locura colectiva. En esta película Hitchcock nos dice que somos los propios seres humanos los que insistimos en hacernos difícil nuestra estadía en este mundo, así lo vemos cuando Melanie les advierte del ataque de los pájaros a los que están presentes en el restaurante y ellos la acusan de ser malvada, con algún poder fuera de lo natural y la culpable de lo que sucede. También vemos cómo en la escuela mientras Annie y los niños cantan y Melanie fuma, poco  a poco se van reuniendo los pájaros hasta formar un ejército que va a abalanzarse sobre todos los que están ahí.
            Tenemos dos figuras femeninas que luchan por el mismo hombre: Lydia y Melanie. Lydia, la madre posesiva y tradicional, se ve amenazada por  esta mujer que aparece que ya conoce por las revistas de sociedad. Incluso Lydia se lo dice a Melanie. Esta nueva mujer llega a Bodega Bay por la atracción que siente por Mitch. La primera vez que es atacada por la gaviota es cuando va a dejar los pájaros para Cathy. Es como una advertencia del peligro que se acerca, pero ella no hace caso. Los pájaros parecen advertir de esta mujer que viene a alterar el orden natural del pueblo. Melanie llega porque se siente atraída por Mitch pero ella representa el peligro, lo prohibido y por eso es como si los pájaros la castigaran. Además, ella al final se siente culpable de lo que sucede. Se convence de que todo comenzó por su culpa, por su llegada.
            También nos encontramos con otro personaje femenino, Annie Hayworth, la maestra de la escuela de Bodega Bay. Al igual que  Melanie, ella fue al pueblo siguiendo a Mitch y aunque después de una pequeña aventura fue rechazada por él. Después de haber salvado a los niños en la escuela con Melanie, ella hace su gran sacrificio por amor cuando muere salvando a Cathy, la pequeña hermana de Mitch.
            Una forma en la que Conrad en su libro nos muestra a este personaje femenino y su relación con el poder es con el movimiento, con el auto. Muchos de los personajes femeninos de Hitchcock conducen aunque no era algo tan común en la época. Lo hacen porque les gusta el peligro. Por ejemplo, Melanie toma el camino largo aunque dura como dos horas más y tiene más curvas pero al final de la película cuando es atacada en el ático es Mitch quien conduce, ella le entrega el poder. También se refleja cuando ella cruza el lago en el bote valientemente pero es atacada por la gaviota y Mitch tiene que ir a ayudarla. Necesita del hombre que la rescate porque sola no va a lograr sobrevivir.
            Hitchcock en sus películas acostumbra mostrarnos lo que no tenemos permitido ver y juega con todo aquello que debería estar oculto pero terminamos conociendo, lo ominoso. Un claro ejemplo de esto es cuando Melanie sube al ático sola aún cuando escucha a los pájaros del otro lado de la puerta. Según Conrad subir los escalones de la casa es "escender gradualmente hacia la condenación" (Conrad 2003: 346), así que cuando entra y los pájaros la atacan hay un momento en el que simplemente deja de intentar escapar, se da por vencida. Es como si se da cuenta y acepta el hecho de que merece ser castigada por intentar conocer eso prohibido, oscuro.




Bibliografía consultada:
Guerin, Marie Anne. (2004). El Relato Cinematográfico. Barcelona: Paidós
Chabrol C. y Rohmer E. (2010). Hitchcock. Buenos Aires: Ediciones Manantial.
Conrad, Peter. (2003). Los asesinatos de Hitchcock. México: Turner/Fondo de Cultura Económica.