La película de esta semana es The Rope (La Soga) de 1949. Esta película de Hitchcock pertenece a su Segundo Periodo Americano. Las películas de este periodo se caracterizaron por una gran influencia de los acontecimientos sociales que se estaban desarrollando en ese momento. Como parte de los recursos tecnológicos, esta película ya está en color.
Esta película aborda uno de los temas reprobables de la lista de la Ley Hayes: "el ahorcamiento". La historia es sobre dos amigos, que dan la impresión de ser una pareja: Brandon, que es la cabeza del plan y Phillip. Ellos asesinan a su amigo David y organizan una fiesta con el cuerpo de su amigo en una mesa e intentan demostrar la hazaña que lograron y como van a ser capaces de ocultarlo de sus invitados.
La película es un gran avance en el cine de Hitchcock porque en este caso nosotros sabemos más que muchos de los personajes y tenemos que ver si se llegan a dar cuenta de lo que pasó.
De los personajes podemos analizar la influencia del contexto y como Hitchcock a su manera, denuncia las cosas con las que no estaba de acuerdo. Tenemos a un Brandon que se cree superior a los demás, que está en una categoría especial por tener valor y ser capaz de planear a la perfección y por eso tiene una especie de permiso para matar a los seres inferiores a él. Orgulloso del asesinato que acaba de cometer, mató simple y sencillamente por el motivo de matar y sentir el peligro que ello trae. Además de Philip un asustadizo y nervioso joven que solo sigue las ordenes de su amigo. En cierta manera con sus acciones, ellos intentan buscarle el artístico de la muerte según ellos mismos lo expresan. Con su gran ego, Brandon hace una fiesta para celebrar el crimen cometido, a la que invita a Janet Walker y su exnovio Kenneth, a los padres de David, la madre no puede asistir pero va la tía, y al profesor Rupert Cadell. En esta fiesta el cadáver está en un baúl en el centro de la sala donde se dispone la comida. Pero del otro lado está el papá de David, que es invitado a la fiesta. Se indigna de los comentarios de Brandon y le cuestiona por qué cree que es superior y quién decide como la vida de alguien o una idea puede estar por encima de cualquier ser humano. Recordemos que el mundo se venía recuperando de la Segunda Guerra Mundial, de la pérdida de millones de vidas por las ideas de un grupo. También, es interesante como Hitchcock nos sensibiliza con la preocupación de su novia y de los padres de David por no saber de su hijo, nos muestra como no es una vida inútil, como cree Brandon, si no que tiene personas que lo aman y se preocupan por él.
Otro aspecto importante es como la doble moral estaba presente en esta época. Acababan de morir millones de personas, en Estados Unidos los negros luchaban por la igualdad y sectores de la sociedad eran perseguidos constantemente, pero en el gobierno se intentaba mantener al pueblo en un estado de sumisión e ignorancia. Para esto, en 1920 se creó el Código Hays que era in código de normas morales para Hollywood sobre lo que se podía mostrar y hablar en una película. Aunque la película es de casi treinta años después, podemos ver como Hitchcock viola gran parte de las reglas. Se suponía que las películas tenían casi dejar una influencia al final, jamás mostrar violencia o actos reprobables como el ahorcamiento. La Soga comienza con un hombre que está siendo ahorcado en la primera escena y la historia de la película es sobre el crimen perfecto, un casi manual de cómo ocultar un asesinato. Esto es un rompimiento del código moral ya que nos dice que los crímenes y en especial el asesinato no deben ser presentados y el eje central de esta película es uno y se nos muestra desde el comienzo de la misma.
Los asesinos de la película son diferentes al tipo de criminal gánster de unos años atrás. No son contrabandistas que quieren que el mundo les tema, que buscan mostrar su éxito por medio del éxito material y económico. En nuestro caso, son jóvenes de una clase alta, estudiantes universitarios que parecen no medir las consecuencias de sus actos y no tener una visión real del mundo, que creen que pueden matar a alguien para probarse algo ellos mismos y seguir adelante como si nada hubiera pasado. Un elemento interesante de la película y que nos da la impresión de encierro y aumenta la tensión en la película es el espacio, que nos da una sensación de encierro. Ellos nunca salen del apartamento, el exterior solo lo vemos por la ventana al principio de la película. Cuando ahorcan a David tienen las cortinas cerradas porque saben que afuera van a cuestionar sus actos, cuando las abren está la ciudad de fondo, todavía es de día y Brandon tranquilamente enciende un cigarro mientras Phillip está encima del mueble con el cuerpo de David en el otro extremo de la pantalla. En la película somos casi un personaje más por el manejo que se hace de la cámara, seguimos a los personajes cuando caminan y se evidencia más que en otras películas, como vemos lo que el director quiere que veamos, como cuando la ama de llaves va a limpiar la mesa y está a punto de abrirlo, nunca vemos a los personajes que hablan, solo la seguimos a ella hasta cuando Brandon la detiene.
Casi toda la película se desarrolla en la sala, al final que Rupert regresa a averiguar si de verdad están ocultando algo de David, ya es de noche. Es interesante la forma en la que él decide denunciar lo que sucedió: abre la ventana y dispara. Brandon lo confronta y e dice que los concepto morales no sirven al intelectualmente superior y antes de disparar él les dice que todas las personas son diferentes y tienen tanto deberes como derechos, y igualmente les cuestionan sobre quién o que hace que una persona sea superior o inferior a otra. El afuera sí va a repudiar el asesinato: las mismas cortinas y ventana que en un principio ocultan el asesinato son las que dan la posibilidad de denunciarlo finalmente.
Bibliografía consultada:
The Internet Movie Database: La Soga (1948), recuperado el 25 de marzo de 2011 desde: http://www.imdb.es/title/tt0040746/fullcredits#cast
Guerin, Marie Anne. (2004). El Relato Cinematográfico. Barcelona: Paidós
Chabrol C. y Rohmer E. (2010). Hitchcock. Buenos Aires: Ediciones Manantial.